UCLEX
¿Por qué las religiones resisten en el tiempo?
En el mercado de las ideas hay que adoptar siempre una posición activa para intentar cambiar las cosas, las creencias son un espacio creador, como los sueños, que cuando lo sientes y lo proyectas al exterior se acaban haciendo realidad.
El éxito de la empresa que quieras desarrollar dependerá de tu iniciativa ilusionada y el tiempo que le dediques. La pasividad y la apatía solo conducen a proyectos marginales.
Según las evidencias recogidas en los libros de Zecharia Sitchin y Samuel Noah Kramer, el cerebro humano está programado y diseñado premeditadamente desde su última manipulación genética que efectuaron los científicos Anunna (visitantes del cielo hijos de An) a ciertos primates hace más de cien mil años para ser controlados mediantes ideologías políticas y religiosas. Estas ideologías suministran supuestamente en algunas personas seguridad, vida eterna, ilusiones, orden, autoridad, justicia, moral, grupos sociales, y les disminuye el miedo a la muerte.
Aunque vivamos hoy muy alejados unos de otros, humanos y no humanos (chimpancés u orangután), tenemos una historia común muy cercana. El eslabón perdido no existe.
Todas las culturas del mundo tienen adaptadas estas ideologías fuertemente para que perduren en el tiempo como eslabón que nos recuerda constantemente nuestro pasado, esta tendencia real que mucha gente tiene, es potenciada por las ideologías políticas y religiosas para despertar en ellos, un campo mental de control y obediencia.
¿Por qué las religiones resisten en el tiempo?
Las religiones resisten en el tiempo porque sus funciones están determinadas en nuestro ADN, respondiendo fielmente a la voluntad de los creadores de la raza humana que resolvieron un tipo de control mental para proteger su integridad, dado el carácter violento que detectaron en algunos humanos de los tres primeros experimentos genéticos.
Esta manipulación genética fue utilizada no solo por los creadores, sino que también se incorporó a la vida cotidiana de los pueblos primitivos liderados por sacerdotes y reyes como instrumento de control de masas, dando paso a los mitos y leyendas de grandes y poderosos dioses que castigaban a los hombres con calamidades climáticas, y a la vez premiaban a reyes guerreros que eran protegidos por estos dioses para que aniquilaran y esclavizaran a otros pueblos. Estas leyendas inventadas pasaban de padres a hijos despertando en ellos el odio y la venganza.
Reyes, emperadores y faraones, durante miles de años proclamaban que eran hijos de los dioses, y se hacían coronar por los sacerdotes. Esta unión fortalecía su poder y linaje. En esta época los hombres pacíficos y cultos eran condenados y esclavizados y su herencia cultural desterrada y destruida. Durante miles de años se repite la misma situación política y religiosa, guerras interminables, destrucción y esclavitud para los habitantes de los pueblos derrotados. Estos comportamientos agresivos provocan en los visitantes creadores una inmensa preocupación.
“Grande fue el enfado de Enlil, furiosas eran sus palabras: nada de todo esto era de mi agrado, yo me oponía a que actuáramos como Creadores.
¡Mi señor Enlil!, dijo Ningishzidda. ¡Han recibido el conocimiento de la procreación, pero no se les ha dado la rama de la Larga Vida en su árbol esencial!
¿Qué elección teníamos, hermano mío? ¿Que acabara todo en el fracaso, que afrontara Nibiru su fatídica suerte, o intentar, intentar, intentar, y hacer que asuman el trabajo los Terrestres a través de la procreación?
¡Entonces, que estén donde se les necesita!, dijo Enlil furioso. ¡Sean expulsados del Edin!
Los Terrestres proliferan, trabajando en las minas de oro y como sirvientes. Enki y Marduk exploran la Luna, la encuentran inhóspita.
Enki encuentra y se empareja con dos hermanas Terrestres y mantiene en secreto su paternidad y los cría como expósitos. Adapa hijo de Enki se convierte en el primer hombre inteligente y civilizado, se empareja con su hermana Lilith, tienen dos hijos: Ka-in y Abael.”
Con el paso de los años la esencia depositada en los primates desarrolla su papel y hace evolucionar su cerebro. Las generaciones humanas posteriores a los sumerios, adoraron dioses, diosas e ídolos de todo tipo: planetas, animales reyes etc. Durante miles de años estas religiones con sus reyes conquistaron poco a poco gran parte del planeta tierra.
Antes del regreso de los creadores visitantes a su lugar de origen, los científicos intentaron mejorar la especie humana estudiando la posibilidad de cruzar a las hembras humanas más evolucionadas con esperma de los visitantes, este cruce mejoró notablemente la segunda línea de investigación.
Estos hombres inteligentes y civilizados echan de menos la seguridad y la estabilidad que le daban los visitantes y desarrollan rituales de adoración a los dioses que bajaron del cielo en carros de fuego.
El secreto que activa los diversos genes que trabajan en el cerebro para las creencias religiosas se cultivan a muy temprana edad, y se nutren de rituales, motores de sumisión que caracteriza un rasgo biológico diferente en cada persona.
Hay territorios en el cerebro según los últimos estudios realizados que, coordinan la generosidad, la bondad y los comportamientos pacíficos, que todos podemos compartir. Los genes primitivos de nuestro origen animal depredador están desapareciendo.
Un científico ilustre sostiene que la religión no es el opio del pueblo, es, el placebo del pueblo, ya que produce placer solo con el sermón, buena planta, elegancia y buenas palabras: en definitiva un buen predicador, puede despertar en muchas personas los genes dormidos que automáticamente se conectan entre si y ponen en marcha todo el proceso de dependencia y sumisión hacia el portador del mensaje sea este religioso o político.
Manifiesto
Es muy importante que la actitud del no creyente sea orientada hacia el respeto y la aceptación plena de las creencias e ideologías de los demás seres humanos. Como l@s creyentes deben aceptar y respetar las minorías ateas y librepensadoras que se están abriendo camino con muchas dificultades en un mundo teísta muy organizado y en algunos casos bastante intolerante.
Los librepensadores no creyentes pretendemos conseguir un mundo mejor y más justo para toda la humanidad, como lo predican también algunas religiones, queremos participar con todos aquellos creyentes o no creyentes que ayuden a mejorar la convivencia y la tolerancia en general.
Los librepensadores ateos podemos aportar a la sociedad nuestra experiencia de vida fuera del mundo de las religiones sin imposiciones de ningún tipo.
Los creyentes tienen que comprender y aceptar la diversidad de pensamiento como riqueza cultural positiva y no como un ataque a sus creencias religiosas, no olvidemos que un librepensador no creyente tiene que soportar diariamente junto con su familia el rechazo de una parte de la sociedad que promueven grandes religiones integristas que pretenden imponer su verdad relativa, como verdad universal.
¿Que preocupa a un librepensador?
El librepensador no creyente que no ha pasado por los rituales religiosos en su infancia, de adulto puede fácilmente rechazar el mensaje de las religiones dando paso al mismo desarrollo mental y educativo con toda libertad, sin ataduras previas.
El desarrollo cultural y personal de un no creyente se enlaza adecuadamente y se fusiona con la naturaleza y sus normas esenciales. Lo preocupante para un librepensador es observar a personas atrapadas por rituales fanáticos e integristas que marcan sus vidas para siempre.
El comportamiento del no creyente debe ser de entera libertad, responsabilidad y respeto hacia los movimientos y grupos culturales religiosos tolerantes, que también luchan por un mundo mejor y más justo.
Se trata sin duda de una meta ambiciosa que confía en las escuelas como agentes de cambio social y educativo. Hoy en día necesitamos valores claramente definidos y vividos cotidianamente, como la voluntad de entender y tolerar a los demás. La meta final de la educación intercultural es transformar la sociedad en un medio más justo y democrático.
Según la Comisión sobre la Educación para el Siglo XXl, los pilares de la educación son: aprender a hacer, aprender a conocer y a vivir con los demás. No obstante, estos objetivos resultan difíciles de alcanzar a causa de los problemas mundiales.
El civismo implica por un lado poseer un sentido de responsabilidad con respecto a la comunidad local de cada uno, y por otro lado comprender el vasto contexto cultural de la “aldea mundial”. A fin de lograr ambas cosas, los contactos, la información y la educación son tres medios fundamentales de adquisición de las actitudes necesarias para vivir y trabajar en un mundo cada vez más diverso y multicultural, pero en el que parecen contar con menos adhesión los valores de saber compartir y ser solidarios.
El ser humano es único e irrepetible, pero depende hasta su pubertad de factores culturales y educativos que no siempre son los más adecuados, el desarrollo de un niñ@ depende de muchos factores, lugar de nacimiento, religión que se le impone, educación que recibe, posibilidades de desarrollo mental y profesional adecuado, estos factores pueden influir positivamente o paralizar el desarrollo normal de su personalidad.
Un creyente debe reconocer que la cercanía de las instituciones religiosas al poder político, han provocado históricamente la desestabilización de la sociedad y la paralización del progreso de los pueblos.
Un no creyente no rechaza en ningún momento la cultura religiosa, nuestro rechazo responde a la intolerancia de algunas religiones que pretenden imponer por la fuerza como verdad absoluta, lo que para nosotros solo representa con todo respeto la fe incondicional personal o colectiva a una determinada religión o creencia, además consideramos que el enfrentamiento entre creyentes y no creyentes no tiene sentido.
Como librepensadores defendemos nuestra libertad de pensamiento y la de nuestros hij@s exigiendo a las autoridades competentes, que en las escuelas públicas no se adoctrinen a los pequeños a tan temprana edad con dinero público y se empiece a caminar hacia una escuela pública, gratuita y laica.
Una sociedad mayoritariamente religiosa debe recibir con más generosidad los planteamientos y argumentos ateos, permitiendo el intercambio de opiniones sobre las múltiples formas que tienen algunas personas de percibir el mensaje religioso.
Los diferentes planteamientos que se dan entre creyentes y no creyentes permiten un margen de entendimiento para poder consensuar un plan formativo laico adecuado que revierta en el bienestar personal, cultural y educativo de nuestros hij@s.
Determinados mensajes integristas dentro de la escuela deben desaparecer. Mensajes que dejamos pasar sin filtro alguno y llegan a la mente especialmente de los pequeños, como algo sin importancia pero que en realidad son activadores de los genes que le hace afiliarse a una determinada religión o pensamiento ideológico que sabemos que en algunos casos puede confortarlo, pero también sabemos que puede someterlo a una amplia manipulación y dependencia dañina.
Como nota final recogemos como librepensadores ateos de esta historia de miles de años, la herencia humana como algo hermoso y positivo que debemos cuidar y proyectar hacia los demás potenciando la libertad personal y colectiva, sin ataduras o dogmas que oscurezcan la esencia y dignidad humana, mostrando nuestra solidaridad y apoyo a los más necesitados, y rechazando toda manipulación y explotación de nuestros semejantes, condenando las guerras, la avaricia, el egoísmo y todo lo que degrade a este planeta y sus habitantes.
Trabajemos creyentes y ateos juntos para volver a la esencia humana de los creadores, desterrando para siempre nuestra parte depredadora que tantos sufrimientos ha causado durante miles de años.
“A diferencia del resto de niños terrestres estos nacidos de padre Anunna (visitantes del cielo hijos de An) y madre terrestre eran de crecimiento más lento que los terrestres, pero mucho más rápido de compresión”.
Todos tenemos la capacidad de ponernos en el lugar de los demás, somos seres capaces de ser felices y de darle la vuelta al mundo.
Unamos nuestras fuerzas para conseguir un mundo mejor y más justo, donde todos los pensamientos vuelen con libertad sin imposiciones de ningún tipo, respetando y cuidando nuestra civilización, la naturaleza y las culturas que las representan como algo propio aunque a veces no la comprendamos, fomentemos la paz en el mundo, erradiquemos el hambre y cuidemos a los más débiles.
Fuentes:
Zecharia Sitchin –El 12º Planeta. ISBN: 978-84-7720-860-0
Zecharia Sitchin _El Libro perdido de ENKI. ISBN: 84-9777-055-2
Samuel Noah Kramer – La Historia empieza en Sumer. ISBN: 978-84-206-7969-3
Video enlazado; Somos primates – Redes - rtve.
Redes dedica de nuevo un programa a los simios. Esta vez sube también a escena los otros grandes primates -los seres humanos- a quien sometemos a las mismas pruebas que plantean los primatólogos a chimpancés u orangutanes. Aunque vivamos hoy muy alejados unos de otros, primates humanos y no humanos tenemos una historia común muy cercana. Las circunstancias y alguna que otra innovación cerebral nos distanciaron, y cada especie evolucionó adaptándose a lo que le he tocado vivir.
Junto al primatólogo Michael Tomasello, del del Centro de Primates del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, Eduardo Punset repasa las diferencias con nuestros parientes, desde las formas de aprendizaje hasta el concepto de venganza o las habilidades de cooperación.
