ATEISMO Y LAICISMO

Ateísmo

Probablemente el ateísmo haya existido desde el origen de las creencias teístas, ya que es difícil que la totalidad de los miembros de una sociedad compartan el mismo pensamiento religioso.

El ateísmo, en un sentido amplio, es la posición que sostiene la inexistencia de deidades. Según cuentan, el término ateo tuvo su primer uso en la Roma antigua para designar  a todo aquel que no creyera en los dioses del Panteón romano.

Etimológicamente el término proviene del adjetivo griego "atheos", que significa “sin dios” (en cualquiera de los sentidos, de no creer en uno o más dioses, o de no venerarlos).

Según el historiador Francisco Díez de Velasco, ser ateo o negar la existencia de un dios o dioses no implica necesariamente no pertenecer a ninguna religión; existen religiones, como el budismo, que niegan la existencia de dios o que no mencionan la existencia de dios alguno, y que por consiguiente son ateos, o más correctamente no teístas.

El ateísmo es una posición filosófica que introduce sus raíces en la ética personal, la humanidad, la vida familiar y en una vida sencilla y alegre.  Nadie tiene el monopolio de la moral. Por lo tanto los ateos no tienen por qué tener los mismos principios morales y éticos que los creyentes.

Las leyes morales de un ateo no se enseñan ni se imponen, a un ateo no le gusta indicar a los demás qué es lo que hay que hacer, tampoco les molestan los creyentes, salvo cuando quieren imponer sus códigos en las leyes civiles comunes a todos (divorcio, aborto, sexualidad etc.), o cuando confunden religión con Ciencia.

Laicismo

Entendemos que el laicismo es la corriente de pensamiento, ideología, o movimiento político que defiende la existencia de una sociedad aconfesional e independiente de las confesiones religiosas. Su ejemplo más representativo es el “Estado laico” o “no confesional”. El término “laico” (del griego laikós), “alguien del pueblo”, aparece primeramente en el contexto cristiano.

En Francia a finales del siglo XIX surgió la separación Iglesia-Estado, concepto de “Estado laico” opuesto al de “Estado confesional”.

Los laicistas consideran que su postura garantiza la libertad de conciencia, además de la no imposición de las normas y valores morales particulares de ninguna religión. El laicismo no es anticlerical, en cuanto no condena la existencia de dichos valores religiosos.

Los laicistas afirman que la laicidad es un principio indisociable de la democracia, porque las creencias religiosas no son un dogma que deban imponerse a nadie, ni convertirse en leyes.

Un Estado laico pretende alcanzar una mejor convivencia al ordenar las actividades de los distintos credos, asegurando la igualdad de todos ante la ley.