EL REINO DE BADAJOZ
Los testimonios de la cultura mulsumana son verdaderamente escasos para este territorio. Las únicas referencias afectan, a Emérita Augusta y su conquista y poco más. Acudimos como náufragos a relatos de historiadores y geógrafos árabes, las fuentes históricas disponibles son en principios abundantes, pero, por desgracia, dispersas y muy poco fiables a menudo, por lo que requieren un riguroso análisis comparativo.
Las fuentes jurídico-administrativas, como las de carácter geográfico, son fragmentadas y muy reiterativas: tanto unos como otros se copian entre sí, lo cual no es de extrañar, en los autores medievales, sean cristianos o mulsumanes. Recordamos que la mayor parte de los testimonios conocidos son libros de viajes.
En el año 875 fue fundada la ciudad de Badajoz por Ibn Marwan gozando esta de una cierta independencia. Tras la desintegración del Califato de Córdoba 1013-1022, se creó la primera Taifa de Badajoz, la taifa dominó gran parte de la antigua Lusitania, incluida Mérida.
El Reino de Badajoz, o la Taifa de Badajoz, al igual que las otras taifas apareció a finales del siglo XI. Invadido y conquistado por almohades y almorávides y finalmente por los reinos de León y de Castilla. Poco se conoce de la dominación aftasí. La dinastía aftasí fue una dinastía bereber, que reinó durante la primera Taifa de Badajoz 1022-1094. Badajoz controló grandes extensiones del oeste de España y Portugal.
Es preciso recordar siempre la pérdida de fuentes y un desinterés informativo por este territorio, Richard Ford. Gautier en el siglo XIX acuñó la expresión “siglos oscuros” para referirse a la época entre el siglo VIII y el XI. La misma puede utilizarse para Extremadura en estos momentos.
En la realidad histórica, estos hechos nos llevan a dudar con suficientes razones de muchas de las noticias que se nos ofrecen, además de que en este tipo de fuentes- las cristianas no serán muy distintas- Solamente nos ofrecen noticias continuamente repetidas de Mérida, y de Badajoz, desde el siglo IX.
Pero de su estudio sí se puede deducir algo. Según parece, la cora (territorio) de Mérida sí existía, y sus límites por el Sur serían los mismos de la antigua división territorial romana, lo que nos lleva a fijar su territorio hasta el siglo XI en el Norte de los actuales términos de Hornacho, Usagre y Puebla de Sancho Pérez, de donde se deduce que el dominio de la antigua Baeturia certica, seguía en el dominio de la Baetica, dependiente de Firris o, en algunos casos, de Sevilla o de Córdoba. Los límites territoriales nunca son inocentes y veremos la transcendencia en el futuro.
Manuel Terrón insiste en que toda la zona estaba despoblada, cosa que es muy de creer según las condiciones de guerras intestinas que torturaban a Al Andalus por entonces. Sagrajas fue un freno relativo al avance cristiano porque, a pesar de las derrotas posteriores de los castellanos-leoneses en Consuegra y Uclés, el poder de los mulsumanes almorávides no tuvo en realidad un carácter expansivo o de recuperación del dominio perdido. Los Almorávides, venido de África a un territorio desconocido, despreciando a los andalusíes y siendo despreciados por ellos casi de inmediato, carecían de una visión geográfica de un Estado musulmán: se limitaron a derrotar y a contener a aquellos lobos del Norte. Ni siquiera hicieron un intento serio por recuperar Toledo, cuya pérdida había sido la causa inmediata de su intervención. Sus intereses, como los de los posteriores imperios bereberes, estaban en el Norte de África y Al Andalus sólo era un apéndice fastidioso, con reyezuelos y pueblos de costumbres extrañas y contrarias a la pureza del Islam. El desamor era mutuo y en poco más de dos generaciones las aguas volvieron a su cauce: los cristiano atacaron y ellos, atentos a sus dominios norteafricanos, hubieron de afrontar la nueva fuerza Almohade antes de desaparecer de la historia. Para nuestra región, sin embargo, su intervención marca un hito que refuerza las circunstancias anteriores: Extremadura se convierte en un territorio desmembrado políticamente, al desaparecer la única fuerza política que intentara poner algo de unidad en la desalación.
Para los reinos cristianos, para Extremadura en particular, eso significaba el convertirse ya en frontera. Julián Clemente explica perfectamente cómo tras la toma de Coria en 1142 estamos ya en un territorio paradigmático de lo fronterizo: escaso poblamiento, zona vacía que, además, acentúa este carácter por la huída de los habitantes ante la falta de cualquier poder. Ahora se producen los enfrentamientos entre el joven Reino de Portugal y los de Castilla y León por nuestra Extremadura, algo que tan sólo puede explicarse por la absoluta desmembración del territorio.
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Los antecedentes visigodos de la Alcazaba de Badajoz
dehesa.unex.es:8080/xmlui/bitstream/handle/.../0211-0636_2_23.pdf?...HISTORIA MAGISTER VITAE EST: Extremadura musulmana
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digibug.ugr.es/bitstream/10481/2241/1/Rebollo.97.pdfSobre algunas personalidades notables del reino taifa de Badajoz. Mª José REBOLLO ÁVALOS. BIBLID [0544-408X]. (1997) 46; 267-275. Resumen: El reino.. Itinerario cultural de Almorávides y Almohades: Magreb y ...
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