Ateísmo (siglo XXI)
El avance de la ciencia ha iluminado muchos lugares oscuros del universo, donde se ocultaban los fantasmas y leyendas de los dioses que dieron lugar a las religiones primitivas.
El filósofo y matemático Bertrand Russell mantenía:
“Que lo que te es impuesto desde el exterior no tiene ningún valor, cuando estés estudiando cualquier tema o considerando cualquier filosofía pregúntate a ti mismo únicamente: ¿Cuáles son los hechos? ¿Y cuál es la verdad que los hechos sostienen? Nunca te dejes desviar, ya sea, por lo que tú deseas creer o por lo que crees que te traería beneficio si así fuese creído. Observa únicamente e indudablemente sobre cuáles son los hechos. Y sobre lo moral decía: sabio es el amor y simple es el odio.”
El ateísmo siempre ha sido y es, una posición filosófica y de vida personal. Los principios ateos implican mucho más que la negación de la existencia de un dios o dioses: también rechaza todo lo imaginario o sobrenatural que se presenta sin ninguna evidencia de su existencia, y sobre todo la imposición, vía presión familiar, basadas en costumbres locales religiosas.
Cualquier espacio de diálogo que se abra en torno al tema religioso es bienvenido, y en definitiva alimenta la tolerancia en el respeto, así como el aprendizaje mutuo, que es lo que tanto nos hace falta.
La hoja de ruta para un nuevo ateísmo debe acercarse más a los tiempos, despojado de confrontación. El ateísmo no necesita cabezas visibles ni líderes. La no creencia en deidades u otros seres sobrenaturales no debe imponerse, por lo tanto al ateísmo se llega mediante la meditación personal. Pregúntate a ti mismo: “¿Cuáles son los hechos? ¿Y cuál es la verdad que los hechos sostienen?”
La diferencia fundamental entre la moralidad teísta y la ateísta, es que la primera emana de la autoridad divina, mientras que la segunda del humanismo como producto de reflexiones personales y del respeto de las normas sociales. La moral humanista supera en racionalidad y lógica a la religiosa. Los ateos tienen un sentido de moralidad y de la justicia social tan definido como los creyentes.
Por lo tanto: los no creyentes son para los creyentes como estos para otras religiones, en definitiva todos somos ateos.
La joven Vanessa abandonó la religión católica para declararse atea. Para ella ser atea es “concebir el universo sin una autoridad, negando a Dios pero dedicándose a buscar otras explicaciones”. Vanessa afirma: “Dios es una especie de barrera que limita nuestra perspectiva, nuestras posibilidades de ir más allá en el por qué de las cosas”.
TESTIMONIO VANESA PÉREZ CÁRDENAS - YouTube | |
www.youtube.com/watch?v=CK25APXhAnk7 Abr 2012 - 3 min - Subido por ejvillalobos01TESTIMONIO VANESA PÉREZ CÁRDENAS. ejvillalobos01. Subscribe Subscribed Unsubscribe. Loading... 8 ...
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