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"Ninguna persona tiene derecho alguno, en ningún caso, a perjudicar a otra persona por sus creencias religiosas o ateas.Si vamos a vivir juntos en este planeta, debemos aprender un tipo de tolerancia que sea absolutamente vital para la convivencia como seres humanos civilizados."

17 junio 2013

La literatura renacentista en nuestro país:
Poesía lírica bucólica y pastoril

            La invención de la imprenta en este siglo ayudó mucho a la difusión de la literatura.

            Garcilaso de la Vega (1501-1536) es el representante por excelencia de la poesía bucólica y pastoril. Es también el prototipo de hombre renacentista: se dedica a luchar y, al mismo tiempo, era una persona muy erudita, Garcilaso, en su poesía, refleja los sentimientos de los personajes, armonizados con la misma naturaleza que los rodea. En cualquier caso, aunque pone nombres distintos a sus personajes, siempre están presentes sus sentimientos de amor por su amada. La belleza que tienen sus poemas es formal e idealizada, importada del italiano Petrarca. Destacan entre sus obras: Églogas, Elegías, Sonetos.

            Las Églogas: están escritas durante la estancia de Garcilaso en Italia, donde mantuvo contactos con los grandes humanistas italianos. Salicio, un pastor  (que representa al propio Garcilaso) se lamenta por haber sido rechazado por la mujer a la que ama, Galatea (que representa a Isabel Freire). Las églogas están compuestas de estancias, estrofas de 7 y 11 sílabas dispuestas libremente, pero cuya combinación se suele repetir en todo el poema. La naturaleza acompaña al dolor del poema. El equilibrio y la armonía renacentistas están tratados con gran exquisitez por Garcilaso.

La poesía lírica de Fray Luis de león 

            Dentro de un interés generalizado por reflejar los problemas humanos (los sentimientos en Garcilaso, la situación de miseria en el Lazarillo), van a surgir una serie de escritores que se van a alejar radicalmente de este camino. Uno de ellos es fray Luis de León, religioso que escribe obras de una gran profundidad espiritual, obras muy intensas desde el punto de vista de su relación con Dios. Su estilo es íntimo y sobrio. Escribió: De los nombres de Cristo y Noche serena.  

            Otros dos escritores que comparten su vocación religiosa con la literatura serán Santa Teresa de Jesús (El libro de su vida, Camino de perfección) y San Juan de la Cruz (Noche oscura, Cántico espiritual). Se les denomina místicos porque su máximo anhelo es abandonar su vida terrenal y partir en busca de Dios. Sólo entonces habrán encontrado, en su opinión, la belleza y felicidad absolutas que aquí entre los humanos nunca podrían hallar.

            Cántico espiritual: en esta obra, San Juan de la Cruz expresa su desolación y su abandono por la vida terrenal y su ansia incontenible de reunirse con Dios. Es la narración de una búsqueda angustiosa. La obra está repleta de invocaciones al amado. El poeta no busca más que abandonar su vida entre los humanos y unir su alma con Dios. El lenguaje empleado, de gran condensación e intensidad, se armoniza perfectamente con este anhelo.

            Un género narrativo: la novela picaresca 
Frente a la novela bucólica o la religiosa que hemos estudiado, aparece otro tipo de literatura que va a hacernos llegar la realidad de la época renacentista. Esta literatura, la novela picaresca, está escrita ya en prosa.

            A este género pertenece una de las obras más importantes de la literatura española de todo los tiempos: El Lazarillo de Tormes, de autor anónimo. Otras obras de la picaresca son El Buscón, de Quevedo y El Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, ambas pertenecientes ya al Barroco.

El Lazarillo de Tormes: novela picaresca anónima aparecida en 1554. Su protagonista es Lázaro, un chaval que recorre los cominos libremente, al margen de las estructuras sociales. Es la historia personal y autobiográfica de un niño, solo en el mundo, hambriento, con su astucia como único recurso para sobrevivir, que trabaja para distintos amos (un ciego, un clérigo…), pero que no hace más que recibir golpes y pasar hambre. La obra nos hace reflexionar sobre lo injusto e hipócrita de la sociedad. El Lazarillo nos adelanta en cincuenta años la cruda realidad que reflejarán los autores barrocos (Quevedo).

Las características generales de la novela picaresca son:

-Las obras son autobiográficas (el protagonista cuenta en primera persona sus experiencias).

-El protagonista es un pícaro, mozo humilde que se gana la vida con su astucia, sirviendo a distintos amos.

-El tema fundamental es el hambre y la miseria de la época, aspecto que son duramente criticados.

-La picaresca es un género realista.

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